Paul McCartney conquistó a Lima con su carisma y cercanía en un concierto épico en el Estadio Nacional, donde además de su impresionante repertorio musical, el ex Beatle sorprendió a todos hablando en español y usando términos locales. La leyenda del rock comenzó su show con un enérgico “Buenas noches, causas” que de inmediato encendió al público, quien celebró su gesto con gritos y aplausos.
El repertorio de la noche incluyó éxitos memorables que resonaron en cada rincón del estadio. Uno de los momentos más emotivos llegó con “Hey Jude”, donde miles de asistentes corearon junto a McCartney, creando una atmósfera única y mágica. Más tarde, durante su interpretación de “Live and Let Die”, el espectáculo visual con luces y pirotecnia dejó a todos boquiabiertos, mostrando que McCartney sigue siendo un maestro en llevar sus conciertos al siguiente nivel.
La conexión de Paul con el público peruano se consolidó cuando, entre aplausos y gritos de euforia, dedicó una canción especial a su ex compañero de banda, John Lennon, diciendo: “Esta canción es para mi pataza John”. Este detalle, lleno de cariño y nostalgia, tocó el corazón de los fanáticos, quienes respondieron con una ovación. Finalmente, como símbolo de su gratitud hacia el Perú, McCartney ondeó la bandera peruana en el escenario, cerrando una noche que quedará en la memoria de los asistentes.
Para los fanáticos de McCartney, fue más que un concierto; fue una celebración de música y cultura que demostró el respeto del artista hacia sus seguidores peruanos. Sin duda, Paul McCartney dejó huella en Lima, y su legado musical brilló una vez más, dejando a todos con ganas de más.