Adolfo Aguilar, reconocido conductor de televisión, protagonizó un momento inolvidable al pedirle matrimonio a su pareja, José Antonio Ortiz Fernández, durante la última función de la obra Cantar hasta morir en la Cúpula de las Artes. Con la complicidad de sus compañeros de elenco y ante un público que ovacionó el gesto, Aguilar selló su compromiso en una noche llena de emociones.
El actor aprovechó el cierre de la obra para agradecer a los asistentes y, en un giro inesperado, tomó el micrófono y llamó a su pareja al escenario. «Siempre supe que era él», expresó Aguilar conmovido antes de proyectar una serie de fotografías que resumían su historia de amor. Luego, con una sonrisa nerviosa, se arrodilló y formuló la esperada pregunta. Ortiz Fernández, visiblemente emocionado, aceptó de inmediato, lo que desató una ovación en la sala.
El presentador compartió el momento en sus redes sociales, donde publicó imágenes de la propuesta acompañadas de un mensaje cargado de sentimientos: «Cuando encuentras a la persona indicada, no hay mucho que pensar. Eres el correcto hoy, siempre. Te amo y nunca dejaré de hacerlo».
A sus 52 años, Aguilar está listo para dar este importante paso en su vida sentimental. En el pasado, el exconductor de Yo Soy confesó que canceló dos compromisos matrimoniales debido a su proceso de autoaceptación. «Sabía que tenía interés por los chicos, pero estaba enamorado. Cuando yo tenía novias y me iba a casar, detuve el proceso porque no iba a ser completamente real», reveló en una entrevista.
El compromiso también reavivó el debate sobre el matrimonio igualitario en Perú, un tema que Aguilar ha defendido públicamente. En una entrevista anterior, el conductor denunció que el Estado lo trata como un «ciudadano de segunda clase» al no reconocer legalmente las uniones entre personas del mismo sexo. «Pago lo mismo en impuestos, pero tengo menos derechos», reclamó en su momento.
Ahora, con una relación consolidada y el respaldo de sus seguidores, Aguilar inicia una nueva etapa con Ortiz Fernández, con la esperanza de que el reconocimiento legal de su unión sea una realidad en el futuro.