¿Creías que Jefferson Farfán y Christian Cueva solo sabían meter goles? Pues ahora parece que se han vuelto expertos en el tema de entrevistas y claro, como dice el dicho: “el que busca, encuentra”. En su programa, Magaly Medina les dio tremendo jalón de orejas a ambos luego de su aparición en el podcast ‘Enfocados’, donde se lucieron muy unidos y entre indirectas y bromas, mandaron dardos que no pasaron desapercibidos.
“Dicen venerar a sus madres pero a otras mujeres de su vida no las han venerado, no las han respetado… pero hay gente que se llena la boca y hay que disculparlos en su ignorancia”, soltó Magaly. Y no se quedó ahí, porque los bajó de su pedestal deportivo sin anestesia: “Cueva ya es un jugador en declive, ya los tres no son jugadores de fútbol, los tres viven del raje y de sus vidas personales”.
Todo comenzó cuando los futbolistas aparecieron en el programa de YouTube ‘Enfocados’ y aprovecharon para negar cualquier pelea entre ellos. Según dijeron, su amistad sigue tan firme como siempre. Cueva fue el invitado especial, y no desaprovechó el espacio para sacar pecho por su relación con la ‘Foquita’, echando por tierra los rumores de distanciamiento que se generaron después de las confesiones de Pamela López y Melissa Klug en ‘El Valor de la Verdad’.
Y como si no bastara con el reencuentro, ambos se mandaron con bromitas e indirectas que muchos tomaron como dardos a la conductora de TV. Pero claro, a Magaly no le gustó nada ese juego y les respondió con la artillería completa: “Personajes que antes cuando les preguntabas decían que solo hablaban de fútbol, ahora exhiben todas sus miserias al aire y al público… como se la dan de rajones, se meten con la más rajona”, sentenció.
La amistad entre la ‘Foquita’ y ‘Aladino’ parece más fuerte que nunca, tanto así que Jefferson hasta se fue al Cusco junto a Roberto Guizasola para grabar el programa con su ‘broder’. En la conversación, Cueva también habló de su situación con Pamela Franco, pidió disculpas públicas a su familia y hasta hubo momento sentimental. Pero ni toda esa emoción evitó que Magaly les pusiera la cruz.